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Las ‘setas mágicas’, un posible aliado contra la depresión

 
La psilocibina es un alcaloide que en el cuerpo se metaboliza en psilocina, un compuesto alucinógeno que se encuentra de manera natural en ciertos tipos de setas y que provoca alucinaciones visuales y auditivas, así como alteraciones de la conciencia tras ser ingerido.
Ahora, según un reciente estudio realizado por científicos de la Universidad de California en San Francisco y el Imperial College de Londres, este compuesto presente en los hongos alucinógenos fomenta mayores conexiones entre diferentes regiones del cerebro en personas deprimidas, liberándolas de patrones de rumiación y autoenfoque excesivos, lo que le convertiría en un posible aliado contra la depresión.
Las sustancias psicodélicas podrían actuar terapéuticamente en el cerebro para aliviar la depresión y posiblemente otras condiciones psiquiátricas que están marcadas por patrones fijos de pensamiento, a tenor de las conclusiones de este estudio que publica la revista Nature Medicine.

El experimento
Los nuevos hallazgos se basan en el análisis de escáneres cerebrales de unas 60 personas que recibían tratamiento para la depresión severa; un programa dirigido por el Centro de Investigación Psicodélica del Imperial College London. Los investigadores analizaron datos de dos ensayos separados. En el primero de ellos, todos los participantes fueron tratados con psilocibina y se les escaneó la actividad cerebral mediante imágenes de resonancia magnética funcional (fMRI) antes y un día después de ingerir la droga. Por otro lado, los voluntarios del segundo estudio fueron tratados con psilocibina o el inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina (ISRS) escitalopram, y se les escaneó el cerebro antes del tratamiento y nuevamente tres semanas después. Ninguno de los participantes tenía idea alguna de cuál recibirían.
«En ambos ensayos, la respuesta antidepresiva a la psilocibina fue rápida, sostenida y se correlacionó con disminuciones en la modularidad de la red cerebral fMRI, lo que implica que la acción antidepresiva de la psilocibina puede depender de un aumento global en la integración de la red cerebral», escriben los investigadores.

Un cerebro más flexible
Los investigadores afirmaron que la psilocibina hizo que el cerebro fuera más flexible y funcionara de manera diferente a los antidepresivos regulares, incluso semanas después de su uso. Pese a estas conclusiones, los expertos advierten que los pacientes con depresión no deberían intentar automedicarse con psilocibina.
“Estos hallazgos son importantes porque, por primera vez, descubrimos que la psilocibina funciona de manera diferente a los antidepresivos convencionales, lo que hace que el cerebro sea más flexible y fluido, y menos arraigado a los patrones de pensamiento negativo asociados con la depresión”, explica Robin Carhart-Harris, líder del estudio. «Esto respalda nuestras predicciones iniciales y confirma que la psilocibina podría ser un enfoque alternativo real para los tratamientos de la depresión».

Limitaciones del estudio
Aunque los resultados son emocionantes y esperanzadores, la investigación presenta ciertas deficiencias, como su pequeño tamaño de muestra y su breve período de tiempo de estudio.
Referencia: Richard E. Daws, Christopher Timmermann, Bruna Giribaldi, James D. Sexton, Matthew B. Wall, David Erritzoe, Leor Roseman, David Nutt, Robin Carhart-Harris. Increased global integration in the brain after psilocybin therapy for depression. Nature Medicine, April 11, 2022; DOI: 10.1038/s41591-022-01744-z
 

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