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Chile cierra la campaña electoral más igualada de las últimas décadas: las claves de las elecciones

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Miles de chilenos han salido este jueves a las calles para cerrar, con diferentes actos y fiestas electorales, la campaña presidencial más igualada de las últimas décadas entre el izquierdista Gabriel Boric y el derechista José Antonio Kast.

Desde la disputa del año 2000, entre el socialista Ricardo Lagos y el conservador Joaquín Lavín (Lagos resultó finalmente vencedor con el 51,3% de los votos frente al 48,7% de Lavín) no se recuerdan en Chile unas elecciones presidenciales tan competidas.

Una larguísima campaña, que prácticamente ha durado cerca de cuatro meses desde las primarias celebradas en julio, ha finalizado con diversos eventos virtuales, actos presenciales y mítines de norte a sur del país (desde Arica a Magallanes). Los siete candidatos que aspiran al palacio de La Moneda han realizado un último reclamo para obtener el respaldo de ese 20% de ciudadanos que, según todas las encuestas, aún no tiene decidido su voto.

Los aún indecisos serán decisivos para resolver una contienda electoral todavía incierta en la cita del próximo domingo 21 de noviembre. Contienda electoral, donde además de las elecciones a la presidencia de la República, se elige también la totalidad de la Cámara de Diputados, la mitad del Senado y los consejeros de algunos gobiernos regionales.

Gabriel Boric

El candidato izquierdista Gabriel Boric.


El candidato izquierdista Gabriel Boric.

Reuters

Gabriel Boric (35 años), líder de la coalición Apruebo Dignidad (Frente Amplio y Partido Comunista de Chile) ha cerrado su campaña en Casablanca, municipio a mitad de camino entre la capital Santiago y Valparaíso (además de valle conocido internacionalmente por ser la denominación de origen de alguno de los mejores vinos chilenos). Y lo ha realizado con un llamamiento directo a la participación y a la concentración del voto de izquierdas en su candidatura.

Esta comuna, tradicionalmente conservadora, es simbólica para la izquierda tras haber ganado la alcaldía el pasado mes de mayo, Francisco Riquelme, militante de Revolución Democrática y amigo de Gabriel Boric. Éste ha sido el lugar elegido para poner el punto closing presencial a una de las campañas más complejas para la izquierda chilena. El cierre digital ha tenido lugar horas después (21 horas de Chile) con la retransmisión en directo de un concierto de música a través de las redes sociales que también ha contado con la participación del líder izquierdista.

En la Plaza de Armas de Casablanca repleta de público, Boric se dirigió a sus simpatizantes afirmando que «Chile ha iniciado un proceso de cambios políticos que ya no tiene vuelta atrás. Igual que no hubo retroceso con ‘el no’ a Pinochet en el plebiscito del año 88, tampoco van a tener retroceso las conquistas sociales y políticas de los últimos años». 

«Las reformas en defensa de las mujeres y de la diversidad sexual seguirán hacia adelante. El proceso constituyente puesto en marcha tampoco tendrá retroceso. Por mucho que se indigne la derecha, todas y todos seguiremos liderando este cambio político que nuestro país necesita de manera urgente», ha explicado el líder izquierdista chileno.

Gabriel Boric cerrando la campaña.


Gabriel Boric cerrando la campaña.

«Nosotros proponemos un cambio con diálogo, con acuerdos, con reformas pactadas con todas las fuerzas y partidos progresistas de nuestro país. El próximo domingo volveremos a vencer y será hermoso», ha concluido el candidato de izquierdas parafraseando uno de los discursos más conocidos de Salvador Allende.

Todos los analistas señalan que Gabriel Boric ha tenido un desarrollo de campaña muy irregular. Vencedor en julio de las primarias dentro de su coalición contra Daniel Jadue, del Partido Comunista, partía en principio como favorito en estas elecciones, pero tras unos errores llamativos en los primeros debates sobre cuestiones económicas, quedó situado en segundo lugar.

Además, padeció la Covid durante la campaña, lo que le obligó a estar confinado durante varios días. Y, en las últimas fechas, ha tenido que salir al paso de denuncias de corrupción en sus candidaturas y una denuncia pública sobre un presunto «acoso sexual» que cometió en el año 2012 cuando technology presidente de la Federación de Estudiantes de Chile contra una compañera de estudios y dirigente estudiantil. 

«Es un cerdo que me acosaba cuando trabajé con él», ha relatado la víctima en redes sociales, algo negado por Boric pero que le ha valido el desapruebo de algunos, no todos, sectores feministas y progresistas de su coalición.

José Antonio Kast

José Antonio Kast en su discurso de cierre de campaña.


José Antonio Kast en su discurso de cierre de campaña.

Por su parte José Antonio Kast (55 años) líder de la coalición derechista Frente Social Cristiano (Partido Republicano y Partido Conservador Cristiano) cerró su campaña electoral con un multitudinario acto celebrado en el parque Araucano de Las Condes (una de las municipalidades con mayores ingresos de Santiago).

Tras varias actuaciones musicales y rodeado de los principales candidatos de su coalición, Kast ha insistido en los ejes centrales de su campaña: la implantación de la paz y el Estado de Derecho, el respaldo a la policía de Carabineros, la lucha contra el terrorismo en la Araucanía y la recuperación de la confianza empresarial y el crecimiento económico para salir de la crisis.

«Chile se juega este domingo una lucha entre dos modelos de sociedad: el del socialismo totalitario que ha fracasado en todos los países del mundo, y el de la libertad y la democracia que ha llevado a nuestro país al mayor desarrollo de los últimos años. Por eso Chile no puede estar sometido -ha afirmado Kast- a unas minorías que, por cuestiones circunstanciales, han conseguido aparecer como mayorías en los últimos años. Por la violencia, la pandemia, la falta de valentía del Gobierno de Piñera, Chile vive una pesadilla de la que queremos despertar y lo haremos gracias al voto mayoritario de todos los chilenos», ha explicado Kast.

«La lucha es entre la libertad y el totalitarismo, y tiene que triunfar la libertad», ha concluido su discurso el líder derechista chileno ante el aplauso de miles de adherentes que han realizado una demostración de fuerza y movilización standard tres días antes de las elecciones del 21-N.

Kast ha sido la gran sorpresa de esta campaña. No partía ni como favorito ni con posibilidades para llegar a una segunda vuelta (menos para ganar en la primera vuelta). Sin embargo, su buen desempeño en los primeros debates le colocó como primera preferencia en las encuestas.

Todo este capital de confianza, se vino parcialmente abajo después de que el candidato se «tirase un tiro al pie», según algunos analistas, al colocar la figura del classic Pinochet nuevamente en el debate político al diferenciar lo ocurrido la pasada semana en las elecciones de Nicaragua y lo sucedido al closing del régimen militar chileno en 1988 donde no se detuvieron a los líderes políticos de la oposición pero, eso sí, se siguieron cometiendo violaciones en contra de los Derechos Humanos por parte de la dictadura militar.

Kast en el cierre de campaña.


Kast en el cierre de campaña.

Todos los escenarios siguen abiertos. Más aún después del último debate televisado el pasado lunes, donde José Antonio Kast mostró dudas en la defensa de su programa, surgiendo la esperanza por parte de sus competidores de conseguir un vuelco en las encuestas y lograr pasar a la segunda vuelta.

El indispensable de ellos, Sebastián Sichel (44 años), líder independiente del bloque oficialista, exministro de Desarrollo con Sebastián Piñera, ex demócrata cristiano y ganador de las primarias celebradas el pasado mes de julio entre los partidos de Gobierno de la derecha chilena, se ha mostrado mucho más optimista, reiterando su pronóstico de que «el milagro» puede producirse.

Y para ello ha desarrollado un acto simbólico de fin de campaña instalando cientos de remolinos en la Plaza Baquedano, en el centro de Santiago, lugar donde se desarrollaron las multitudinarias protestas y los principales actos de violencia derivados del estallido social del pasado 18 de octubre de 2019.

Las encuestas en Chile, como en otros países, suelen equivocarse. Pero aquí son testarudas. Así, el último sondeo realizado, pero no publicado (existe una ley que prohíbe publicar encuestas desde 15 días antes de las elecciones) dado a conocer este miércoles y realizado después del debate televisivo del lunes, insiste en que Gabriel Boric y José Antonio Kast permanecen en torno al 30%. Manteniendo una diferencia sustancial (más de 14 puntos) sobre Sebastián Sichel, el tercero de los preferidos por los votantes.

Lo que sí ha variado mínimamente, después del debate del lunes, son los apoyos para que José Antonio Kast resulte vencedor en una segunda vuelta que tendría lugar el domingo 19 de diciembre, en el caso de que ningún candidato supere el 50% de los votos emitidos en las elecciones de este domingo. En ese escenario y ante un enfrentamiento directo entre los dos bloques consolidados de derecha e izquierda, según la última encuesta saldría vencedor por la mínima, como ya ocurrió en el año 2000, la izquierda y su líder Gabriel Boric.

Pero para llegar a este closing quedan todavía más de 30 días y muchas paradas intermedias. La primera de ellas, este domingo que resolverá quiénes pasan a segunda vuelta. Pero en ningún caso queda resuelta la incógnita closing de esta competencia sobre quién será el presidente de Chile a partir del 11 de marzo de 2022. El 19 de diciembre será la segunda vuelta que, probablemente, decidirá quién es el sucesor de Piñera. 

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